Entre rubia y "brunette" >>> Los mil cambios de Anne Hathaway

Inicios castaños y largos

Anne Hathaway llegó a Hollywood bajo una imagen dulce y un encantadora cabellera oscura, que solía peinar con un partido justo al medio. Durante años, la vimos llevar un estilismo sin mayores variaciones: quizás un poco más oscuro a ratos, o más ondulado. Nada demasiado drástico, y eso afianzaba la figura juvenil y despreocupada con la que la vimos llegar al mundo del espectáculo.

Tengo que admitir que me aburría un poco, pero la verdad es que tampoco tuve mucho que reprochar.

Papeles grandes, cambios grandes

Con el tiempo, los personajes que Anne interpretaba en el cine comenzaron a volverse más complejos y a exigir un mayor compromiso. Ya he dicho en otras ocasiones que amo los casos en los que una estrella sabe cómo apropiarse de los cambios que les impone un papel, para imprimirles su propio estilo. Eso fue lo que hizo Hathaway con el radical corte que tuvo que hacerse para grabar Los Miserables, ¡y le fue de maravilla!

Después de ganar un Oscar por su trabajo, y pasar de imagen tierna a vanguardista, ¡podría decirse que valió la pena separarse de su melena!

Rubia a lo Debbie Harry

Ya sabemos que lo más épico en la MET Gala de este año fue su alfombra roja y, sin duda, mi querida Anne supo convertirse en el centro de atención. Más allá de su magníficoValentino, ella apareció con una cabellera platinada que derribó quijadas. Dice haberse inspirado en Debbie Harry, pero lo llevó con una naturalidad que sólo podría pertenecerle a ella.

Pocas logran hacer un cambio tan radical sin un poco de rechazo a primera vista. Parece que esta chica tiene el don, y rostro, para hacer que cualquier estilismo le siente bien. (Sana envidia)

Fiel al misterio del brunette

Parece que su affair con el platinado no podía durar mucho. Justo me empezaba a acostumbrar a la idea de dejar de verla como una Audrey Hepburn de nuestros tiempos, y vuelve a sus raíces ocuras. Y, aunque no estoy segura de que sea tan conveniente hacer cambios tan drásticos con esa frecuencia, no puedo negar que me encantan esas muestras de versatilidad.